Opinión: ¿Es la utilidad neta un inductor de Valor?
Es notable en Colombia y en la región, como la utilidad neta cobra una alta relevancia cuando se habla de resultados financieros. Los medios de comunicación se enfocan en este indicador para mencionar si los resultados fueron positivos o negativos, y muchas personas, incluso analistas e inversionistas le otorgan un valor preponderante, cuando realmente, esta cifra del estado de resultados habla muy poco sobre la salud financiera de una compañía o la evolución de sus resultados financieros.
Los que hemos estudiado finanzas en algún momento de nuestras vidas nos han enseñado la frase la caja es el rey o “cash is King” en inglés, lo que en pocas palabras resumen lo realmente importante desde el punto de vista fundamental: compañías que generen flujo de caja serán aquellas que cuenten con los recursos necesarios para apalancar el crecimiento de su negocio, pagar sus deudas y distribuir dividendos, entre otros. Por lo tanto, prestar atención a la generación de caja es lo realmente importante y material.
Empecemos por decir que la utilidad neta es manipulable contablemente. Esta cifra puede ser distorsionada a través de cambios contables tan sutiles como: la forma en la cual se deprecian los activos o se amortizan los intangibles. Así mismo, incorpora en su cálculo una cantidad de variables que no tienen efecto sobre la generación de flujo de caja de una compañía como la diferencia en cambio por la exposición de los activos y pasivos en moneda extranjera. Entonces ¿Por qué se le presta tanta atención?

En realidad, la única respuesta que encontramos es que es una medida de fácil acceso, no requiere cálculos adicionales pues es entregada por las compañías en sus resultados financieros, al igual que es la base para la decisión sobre la distribución de utilidades, un factor que sí cobra relevancia ante los inversionistas. El Flujo de caja por el contrario, requiere de un análisis adicional, de carpintería financiera, de entender los estados financieros de la compañía y el impacto que las diferentes variables tienen o tuvieron sobre los resultados respectivos. En pocas palabras el flujo de caja es un concepto más complejo de analizar.
Con esto en mente, vale la pena preguntarse: ¿Qué es mejor?, ¿una compañía del mismo sector económico que genere COP5MM en utilidades netas y COP1MM de caja, o una empresa que genere COP1MM de utilidad neta y COP5MM de caja? La respuesta a la luz de las finanzas corporativas sería en primera vista la compañía que genere mayor flujo de caja, ya que contará con mayores recursos para hacerle frente a sus necesidades de inversión, capital de trabajo, pago de deuda, entre otros. Ahora bien, la generación de flujo de caja no es un indicador que se deba analizar de forma independiente, es mejor complementarlo con indicadores de rentabilidad, endeudamiento, liquidez y estructura de apalancamiento, para en su conjunto poder tener una idea clara y completa de la salud financiera de una compañía.

Es por todo lo anterior, que cuando se analicen los estados financieros de una compañía, la mirada debería estar más enfocada en el EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization) que en la utilidad neta, el cuál es un proxy más cercano a lo que es la generación de caja operativa. Sin embargo, este dato no es infalible y ajustes adicionales son necesarios para realmente entender la salud financiera de una empresa, su generación de valor y la evolución de sus estados financieros.